Alguien dejó muchas piedras en mi casa…y decidí ordenarlas. Como buena arquitecta, la idea era crear una piscina de piedras alineada con la terraza…bla..bla…
Pero a medida que iba colocándolas, me di cuenta que ellas no querían construir una superficie regular….si!!! Mostraban voluntad!!!
Una al lado de otra iban conformando unas curvas con una precisión que (lo juro) escapaba a mi intención (y los que me conocen saben que no soy nada figurativa).
Así que las dejé expresarse libremente y acabé construyendo esto….
CONCLUSION: dejad que las piedras se expresen libremente, a voluntad!
Puede que esto explique las innumerables faltas de ortografía arquitectónicas(*) que podemos encontrar por ahí…
(*) palabras de Manuel Gallego. Medalla de Oro de la Arquitectura que concede el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España. Fue miembro fundador del Museo do Pobo Galego, de el Seminario de Estudios Gallegos y de la Fundación Luis Seoane (1996)