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No em sol passar sovint però sí més del que m’agradaria: pateixo d’hipocondria periòdica…malaltia que comparteixo amb molts noms il·lustres com ara Darwin, Charlotte Brönte, Proust o Warhol (*)
Però per a mi, el premi a la hipocondria creativa sempre serà per al meu benvolgut Woody Allen. I clar, és molt socorregut comptar amb un company de penúries com ell…si t’afanes una mica sempre trobes la frase adequada.
I parlant d’hipocondria, jo hem quede amb esta:
«ja se siga hipocondríac o alarmista, qualsevol d’açò és probablement millor que ser republicà» (cal entendre la condició americana de l’homenet, clar).
Ja porte uns quants mesos sense fumar…i del que m’he adonat és que el tabac era una excusa perfecta per a les meues malalties imaginaries o per l’exageració de les meues dolències.
Sempre pensava que qualsevol cosa que et dolguera segurament deixaria de doldre’t si deixaves de fumar. I sobretot, deixava de doldre’t mentre et fumaves un cigarret. Açò era així. El que va davant va davant.
The Hypochondriacs: Nine Tormented Lives, ho senc però no l’he trobat traduït)
No me suele pasar muy a menudo pero sí más de lo que me gustaría: sufro de hipocondría periódica, enfermedad que comparto con nombres ilustres como Darwin, Charlotte Brönte, Proust o Warhol (*)
Pero para mi, el premio a la hipocondría creativa siempre será para mi queridísimo Woody Allen. Y claro, es muy socorrido contar con un compañero de penurias tan prolífico…si te afanas un poco siempre encuentras la frase adecuada.
Y hablando de hipocondría yo me quedo con esta: «ya se sea hipocondríaco o alarmista cualquiera de estas cosas es probablemente mejor que ser republicano» (entiéndase republicano americano).
Ya llevo varios meses sin fumar y de lo que me acabo de dar cuenta es que el tabaco era una excusa perfecta para mis enfermedades imaginarias o la exageración de mis dolencias.
Cualquier cosa que te doliera seguramente dejaría de dolerte si dejaras de fumar. Y sobretodo, dejaba de dolerte mientras te fumabas un cigarrillo. Eso era así. «Lo que va delante va delante».
No puedo respirar = tengo que dejar de fumar
Me ahogo cada dos por tres = he de dejar de fumar
¿Y qué pasa cuando dejas de fumar? Pues que te quedas sin excusas. Ya no hay cigarrillos del olvido que sirvan ni la posibilidad de posponer la decisión. Ya lo has hecho. Ya no tienes excusa.
Y de repente te das cuenta de una realidad que divide tu vida en dos para siempre.
Eres mortal.
Si.
Bienvenido.
Esto es lo que te espera.
Y por eso es importante dejar de mirarse el ombligo!
(*) si queréis investigar en la hipocondría de estos ilustres personajes tenéis que consultar el estudio realizado por Brian Dillon: The Hypochondriacs: Nine Tormented Lives, lo siento pero no lo he encontrado traducido)