
http://g.co/maps/dqhes
Les he seguido la pista desde que empecé a estudiar en Valencia, en mis viajes Altea-Valencia hechos con el bus de Enatcar. Después vino la autonomía circulatoria y seguí viéndolos desde la comodidad de mi propio coche con un cigarrillo siempre humeando y la música bien fuerte como en una road movie.
Ahora ya no se puede fumar en mi coche: mis hijas no me lo perdonarían (aunque aun me acuerdo de los viajes de mi infancia con el Seat 127, mi padre al volante, ventanillas bajadas i el olor del Ducados en el aire..y esa ventanilla triangular que tenían los coches entonces, tan práctica cuando uno se mareaba). A pesar del tiempo, sigo disfrutando de la belleza de estas tierras trabajadas, de los bancales, y no puedo evitar imaginármelos rodeados de un claustro tipo hortus conclusus.
Habría que darle un premio a la (o las) personas que cuidan de estas tierras, tan bien dispuestas y trabajadas, cada una con un olor, una fruta, una textura.
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